Realizaron capacitación para monitores

Cerca de 350 jóvenes buscan ser seleccionados, de cara al curso vacacional Pumitas 2012.

Rodrigo de Buen
Fotos: Elid Jacob Villavicencio Zavaleta.

 

En las instalaciones del Estadio de Prácticas Roberto Tapatío Méndez, en Ciudad Universitaria, se llevó a cabo la capacitación para monitores, que aspiran a ser seleccionados para tomar parte en el Curso de Verano Pumitas 2012. Alrededor de 350 jóvenes universitarios se encuentran realizando diversas actividades –evaluaciones físicas, acuáticas y psicométricas-, que les permitan ser evaluados y seleccionados dentro de un grupo final que constará de 130 a 150 monitores.

Juan José Jaimes, coordinador general del Curso de Verano de Pumitas, comentó acerca de las actividades que los universitarios realizan.

“Tenemos aproximadamente unos 350 jóvenes universitarios –hombres y mujeres-, a quienes estamos examinando sus aptitudes y desempeño por medio de distintas pruebas físicas, psicométricas, acuáticas y deportivas, para poder seleccionar a los más aptos y capaces para que conformen nuestra plantilla de monitores para el curso de verano de este año.

“Llevan a cabo actividades predeportivas, además de futbol, basquetbol, atletismo, taekwondo, motricidad y gimnasia; así como talleres de autoestima, solución de problemas, riesgo con el internet, solución de conflictos, ecología, artes plásticas, primeros auxilios, seguridad acuática y expresión corporal, ente otros”, señaló

Todos los elementos anteriores forman parte de los conocimientos básicos que deben poseer quienes aspiren a formar parte del cuerpo de monitores del Curso de Verano. Jaimes comentó, que más allá de las aptitudes físicas y psicológicas que deben tener los muchachos que aspiren a formar parte del curso, está el hecho innegable de adquirir el compromiso y la responsabilidad que implica el trato que deben tener con la materia principal del mismo: los niños.

“El curso para monitores lo dividimos en dos fases, la primera, que consiste en las pruebas y evaluaciones de conocimientos generales para el curso y que abarcan las distintas actividades que ya señalé; y la segunda etapa, en la que estamos concentrados en llevar a cabo actividades propias de cada bloque.

El curso de verano se encuentra dividido en cinco grandes bloques (o categorías), a partir de la palabra PUMAS. La letra P, recibe a niños de 4 y 5 años. La U, a los de 6-7, mientras que la M a los de 8 y 9 años; la A, a los de 10 y 11; y finalmente la letra S, a niños de los 12 a los 15 años de edad.”.

En este curso de capacitación se busca encontrar en quienes lo toman las aptitudes y capacidades de liderazgo, responsabilidad, fomento de valores y amor y respeto por la Universidad, elementos todos estos, que los jóvenes universitarios transmitirán a los niños de cada bloque.

“Buscamos encontrar en ellos ese perfil, conocimientos y aptitudes que nos permitan ver en ellos esas capacidades para el manejo y convivencia con los niños que asistirán al curso de verano. Deben tener una actitud positiva y demostrar una calidad en el trato con los niños y adolescentes, así como con los padres de familia. No podemos tener aquí, personas introvertidas o con problemas emocionales. Con temores y sin respeto. Deben ser, por el contrario, chicos y chicas que hagan un curso cálido, formativo, que genere el aprendizaje y promoción de valores y una identidad de los niños con la propia Universidad. De ahí depende el éxito del curso”, expresó.

Un punto a destacar, tanto en la capacitación a los monitores, como en el desarrollo del propio curso de verano, es el de la seguridad. “Es primordial, ya que contamos con salidas a distintos lugares de entretenimiento (Six Flags, Magic Treck, Piccolo Mondo, la Granja de las Américas, el Bol Insurgentes, así como el Papalote Museo del Niño), además de las actividades acuáticas que se llevan a cabo en la Alberca Universitaria. Por lo que el aspecto del manejo de la seguridad, es fundamental y le damos la importancia y relevancia que merece”.

Cada año se esperan entre 850 y mil infantes, de ahí que el curso sea tan integral y maneje distintos aspectos con los jóvenes que aspiran a tomar parte del mismo, en el importante rol como monitor.

Es por ello que deben conscientes de la responsabilidad que implica el trabajar con niños, de ahí el cuidado que se pone en la selección de los muchachos que los acompañarán en el desarrollo del curso de verano. Quienes al final son seleccionados, saben que en el período vacacional tendrán la posibilidad de vivir una de las mejores y más enriquecedoras experiencias de su vida, pues los niños los llevarán, al final, en una parte importante de sus corazones.

México DF, 21/05/2012

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