Eduardo Ávila es el primer representante de la UNAM que clasifica a los Juegos Paralímpicos 2012. El atleta viajó a Turquía en marzo del 2011 para ser campeón del Mundial de la especialidad para ciegos y débiles visuales, en la categoría menos de 73 kg, y lo logró. Once meses después, esa medalla de oro es la que determinó su calificación a la justa londinense.

Aunque el Campeonato Mundial fue hace un año, Ávila Sánchez recibió la notificación de su clasificación apenas la semana pasada. De esta manera, el judoca auriazul concluyó un proceso selectivo de 36 meses, compitiendo en diversos torneos internacionales para acumular puntos que lo hicieran escalar en el ranking mundial de su categoría y ubicarse dentro de los 12 mejores del mundo. Actualmente es el número tres del orbe.

“Me siento motivado y satisfecho con el pase, pues ya se concretó la primera parte, que era clasificar. Ahora vamos por la segunda fase del plan, que es trabajar para llegar al podio nuevamente”, comentó Eduardo, previo a su entrenamiento en el ex reposo de Atletas de Ciudad Universitaria.

El judoka de 26 años comentó que al momento de recibir la noticia, vía correo electrónico, sintió “unos nervios indescriptibles” pero después de la euforia comenzó a pensar en su plan de trabajo de cara a la justa paralímpica, a efectuarse el 30 de agosto para esta disciplina.

“Mantenerme en el peso, la alimentación y el trabajo previo que conlleva acudir a unos Paralímpicos, fue lo que pasó por mi mente después de leer el mail de la Federación Mexicana de Ciegos y Débiles Visuales. A diferencia de hace cuatro años, cuando califiqué a Beijing, ahora estoy más concentrado y trato de enfocarme en lo deportivo para no perder piso”, detalló el judoka puma, quien tiene retinosis, mal que no tiene cura y que se le ha complicado por la miopía y astigmatismo que padece de nacimiento.

Su padecimiento no ha sido impedimento para triunfar en el deporte que le ha dado grandes satisfacciones, entre las que se cuentan ser medallista de oro en Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro 2007, así como en Guadalajara 2011; pero sin duda, el oro paralímpico en Beijing 2008 ha sido su triunfo más destacado.

“En Beijing competí como novato y me llevé el oro. Voy a tratar de refrendar ese título, pero sé que ahora será diferente, pues esa ocasión llegué sin presión y hoy soy el campeón defensor, pero por el apoyo que me han dado tanto las autoridades como mis padres, debo responder”, explicó el judoka.

Aunque ha ganado todo como deportista, Eduardo no pierde piso y advierte que aún le falta camino por recorrer dentro del judo pues dice sentirse “relativamente nuevo” en esta disciplina, en la que lleva nueve años.

Una faceta más de su vida es la de estudiante de administración, que ha sido complicado llevar por las concentraciones y competencias, pero advirtió que con organización y el apoyo que ha recibido de su escuela y de la CONADE ha sido más fácil.

Por lo pronto, y como parte de su preparación para los Paralímpicos, Ávila Sánchez se va a España en mayo próximo para mejorar su técnica, con el propósito de superar a los judocas de Ucrania y Rusia, a quienes calificó como los más fuertes.

Londres 2012 está a seis meses, pero Eduardo prefiere mantener la calma y concentrarse en su preparación pues “siempre me fijo metas a corto plazo para poderlas cumplir, pues de lo contrario viene la frustración si no las obtienes”.

— ¿Te visualizas subiendo al podio otra vez en los Juegos Paralímpicos?
— Por ahora no quiero hacerlo porque me pongo nervioso— concluyó.