Arturo Heredia, ejemplo de perseverancia y orgullo universitario

Egresado de la UNAM, primer médico del Club Universidad y pionero de la medicina deportiva en México

Candelaria Chávez
Fotos: José Pérez

 

Todos aquellos deportistas que representen a la UNAM deberán ser como pumas, “fuertes, veloces en corto, inteligentes, astutos, ágiles y pacientes. Dichas cualidades han tenido, tienen y deberán tener, para sobrevivir y salir adelante”, señaló Arturo Heredia Márquez, primer médico deportivo del Club Universidad, en el marco de su ponencia “Deporte Profesional en la UNAM”, dentro del marco del Simposio de Medicina del Deporte en México, que se realizó en el Antiguo Palacio de Medicina.

Heredia Márquez recordó su trayectoria de estudiante en el antiguo inmueble de medicina, que alojó a un sinfín de sus colegas, así como su paso por el Club Universidad, siendo uno de los primeros médicos generales que empezaron su práctica en el ámbito deportivo, al cual entró por la puerta grande, al atender a los jugadores que recién ingresaban a la primera división del balompié nacional.

“Realmente fue un accidente de la vida, porque soy médico general, no deportivo, pero las necesidades económicas por las que atravesaba en ese momento, allá por el año de 1961, al encontrarme sin trabajo, redundaron en ello. Se cruzó en mi camino Carlos Guerrero Martínez, quien se encontraba a cargo del Centro Médico Universitario, y me invitó a colaborar con él en el área de antropometría, solo como ayudante y sin ninguna paga. A la espera de que saliera algo de trabajo dije que sí”, rememoró Heredia.

De lleno en su trabajo, realizó interpretaciones de algunas lesiones de pacientes, y al mismo tiempo se relacionó con algunos otros colegas, lo que le permitió conocer a los doctores Aniceto Ortega y Apolonio Terán, responsables del área de Medicina del Deporte del Centro Médico Universitario y encargados médicos del recién ascendido equipo de Pumas de la UNAM.

“Sin saber yo nada de la medicina deportiva, me invitaron a trabajar formalmente como asistente para atender a los jugadores, no sin antes advertirme que no era buen sueldo y que tenía que viajar constantemente; sin pensarlo les dije otra vez que sí, ya que tenía familia que mantener y además era tan solo un joven de 25 años. Así que al otro día ya estaba contratado como médico del equipo”, señaló el galeno.

La historia de éxitos de uno de los clubes más queridos y significativos del balompié nacional empezó a crecer gracias a universitarios como Arturo Heredia, así como personajes que a lo largo de estos 50 años de existencia siguen vistiendo la camiseta azul y oro, cada uno desde su trinchera, llámense ex futbolistas o médicos, que en su momento hicieron cimbrar el Estadio Olímpico Universitario.

“El hecho de estar aquí, de formar parte de todo un grupo de colegas, jóvenes y no tanto, es verdaderamente un honor. A lo mejor no siento nada, a lo mejor sí, pero de lo que estoy plenamente convencido es que la UNAM siempre ha sido mi casa, nunca me he ido de ella. No sé si les pase igual o sientan igual que yo, pero considero que a quien pasa por aquí se le queda en la piel, en el alma. Desde 1953 viví en la Universidad y a expensas de ella y mírenme, ahora mismo estoy aquí, con ustedes”, expresó conmovido Arturo Heredia.

Por su sabiduría, generosidad, lealtad y ser toda una institución médica universitaria, Arturo Heredia Márquez es uno de los personajes de mayor respeto en la Institución.

El mayor homenaje que recientemente acaba de recibir por parte del Rector de la UNAM, José Narro Robles, así como de las autoridades deportivas del Club Universidad, es la revelación de la placa Arturo Heredia Márquez, a la Clínica de Traumatología, Medicina del Deporte y Rehabilitación de La Cantera.

Como testigos del homenaje acudieron el presidente del patronato del Club Universidad, Víctor Mahbub; el doctor Antonio Miguel Lara, jefe de los servicios médicos del equipo y Carlos Gutiérrez, partícipe del ascenso del equipo hace 50 años y mentor de Heredia.

“Creo que para que algo funcione, sea cual sea el área donde te desempeñes en la vida, lo que importa es el respeto y el trabajo en equipo. La experiencia significativa que me dejan estos 50 años es el deber cumplido. Cumplí todo lo que intenté. Todo lo que quise hacer lo hice y, tal vez, dejé de hacer algunas otras cosas, pero hay que arrepentirse de lo que uno no hace, no de lo que hace. Yo no me arrepiento de nada, creo que soy un tipo feliz, eso es lo que me dejó la vida y mi paso por la Universidad”.

Para finalizar, Arturo Heredia Márquez, a sus más de 75 años de vida, y medio siglo de ellos dedicados a la traumatología médico deportiva en diferentes clubes de futbol de México, define su paso por la Universidad: Medicina, todo; equipo pumas de futbol soccer, lo mejor; la UNAM, mi madre.

México DF, 07/02/2012

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