México, con severos problemas de obesidad

El primer lugar en el mundo lo ocupa Estados Unidos, con el 65.7% de adultos con sobrepeso y un 30.6%, obesos; seguido de México, con 62.3 y 24.2 por ciento, respectivamente, y el Reino Unido, con 62 y 23 por ciento

Candelaria Chávez

Si al finalizar el día te encuentras cansado, jadeas al subir escaleras o al cargar algún objeto pesado, y además no alcanzas a mirar la punta de tus zapatos, y ni que decir abrocharte las agujetas: cuidado, estas a punto de aumentar el índice de obesidad, padecimiento que día a día afecta a más mexicanos.

El sobre peso y la obesidad traen consigo problemas de salud que pueden desencadenar la diabetes mellitus y el aumento de hipertensión arterial, entre otros daños severos, desde edades tempranas.

Pero en sí ¿Qué es la obesidad? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera obesa a toda persona cuyo peso es mayor al 20 por ciento o más del punto medio de la escala de peso, según el valor estándar peso/altura. Con excepción de las personas que son musculosas, la obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 % de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por cien de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de sobrepeso). La obesidad es grave en solamente el 0.5 por ciento de las personas obesas.

La nutriologa Rebeca Camacho Trujillo, Jefa de Nutriología de Medicina del Deporte de la UNAM, considera que hay un grave riesgo que ya hace tiempo viene padeciendo la sociedad mexicana gracias a la obesidad. “Es una enfermedad crónica que se origina por diferentes causas y complicaciones, se caracteriza por el exceso de grasa que contiene el organismo y se presenta cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es mayor a 25 unidades”.

Realmente, preocupa saber que la obesidad se origina por el mal hábito alimenticio, que es una amenaza para la salud, y que deriva en enfermedades crónico degenerativas de grandes proporciones, problema que afecta a la población mundial.

Al respecto, Camacho Trujillo puntualizó “Las causas son muchas pero destaca sobre manera el consumo excesivo de alimentos chatarra con exceso de grasa, condimentos y de bajísimo valor nutritivo que se ha convertido desafortunadamente en una “opción” para las madres y padres que trabajan y tienen muchas ocupaciones durante el día.
Tener como base de alimentación la ingesta de pan, galletas, pastas, dulces y refrescos, es muy delicado”.

“Para muchos padres no tiene mucha importancia lo que coman o no sus hijos, lo que desean es saciarles el hambre, sin preocuparse si están o no consumiendo todos los nutrimentos que necesitan”.

Como bien dice la especialista, no solo los padres fomentan el mal hábito alimenticio al no incluir en la dieta diaria familiar un régimen nutricional variado donde se incluyan verduras, frutas y cereales integrales; igualmente, las cooperativas o tienditas de las escuelas y colegios donde acuden los hijos ayudan con la venta de “comida” con un alto índice de calorías, mayor de las que el cuerpo necesita. “Esto es una clara muestra de lo que no se debe hacer; ahora bien, los factores genéticos y ambientales también influyen en el peso y desarrollo de los niños”.

Hace algún tiempo se pensaba que las personas que tenían sobrepeso gozaban de buena salud; sin embargo, ahora la obesidad tiene múltiples consecuencias mortales con las que nos estamos acostumbrando a vivir, además de ser ya un problema mundial que no respeta edad, sexo ni situación socioeconómica.

“Los condicionantes para padecer sobre peso u obesidad, son principalmente: sedentarismo (no realizar algún deporte o mínimo de salir a caminar por lo menos 20 minutos), no balancear los tres grupos de alimentos (frutas, carnes y verduras), y que, al contrario, la ingesta se concentre en aquellos alimentos ricos en carbohidratos y azúcares en exceso, entre otros”, apuntó Angélica Camacho.

De aquí la necesidad de incorporar el ejercicio en la vida cotidiana, ya que del 60 al 80 por ciento de los mexicanos mayores de 20 años no realizan ninguna actividad física.

“Para muchas familias, el tener un hijo gordito y con muchas llantitas es una señal de que está fuerte y saludable, sin embargo, los especialistas en nutrición infantil no piensan igual ya que la obesidad infantil es un problema creciente y muy alarmante dadas las complicaciones que esta enfermedad conlleva”, externo la especialista universitaria.

El sobrepeso y la obesidad infantil en lugar de ser signos de un niño sano, ocasionan diversos problemas en la salud integral, física, mental y social de los niños que la padecen, y si no se controlan a tiempo son muchos los problemas que a corto y largo plazo se pueden generar.

Al respecto, la nutrióloga señaló: “En realidad, no existe una cantidad exacta de comida que deban consumir todos los niños, ya que cada uno tiene diferentes necesidades y hasta gustos, lo que sí es importante es evitar el exceso y obligarlos a comer de más, cuando ya saciaron su apetito”.

“La obesidad y el sobrepeso tiene mucho que ver con el estilo de vida familiar. Aparte de no consumir alimentos con alto valor nutritivo, las actividades de numerosos niños se han reducido a estar sentados frente a un televisor más de dos horas, jugar en la computadora o a los videojuegos, actividades que por supuesto van acompañadas por dulces, papitas y refrescos; contrario a esto, millones de niños en todo el mundo sufren desnutrición por falta de alimentación”.

La OMS advierte que esa doble problemática no es simplemente un problema de países ricos y pobres, sino más bien vinculado al grado de desarrollo de las naciones.

La obesidad y el sobrepeso infantil en México se han convertido en un preocupante problema de salud pública. En una década, de acuerdo con datos arrojados por la Encuesta Nacional de Nutrición, la obesidad en la población general mexicana se ha incrementado de un 33 a un 60 por ciento.

Pero lo más alarmante de las cifras es que “La población infantil que se encuentra con mayor riesgo de sobrepeso es la que cursa educación primaria, pues son ellos los mayores consumidores de las cooperativas escolares. Y es aquí donde entidades públicas y privadas empiezan a tomar conciencia sobre la necesidad de implantar políticas y programas, además de focalizar acciones que ayuden a disminuir la obesidad infantil.”

“Es necesario tomar medidas urgentes para hacer frente al sobrepeso y la obesidad entre la población mexicana, sobre todo entre los niños y adolescentes, por ejemplo: incluir en la materia de ciencias naturales conocimientos y habilidades relativos a la nutrición o componentes vitamínicos de la pirámide alimenticia, entre otros temas. Además, aumentar la práctica deportiva, para que no sea una sola vez por semana, como antaño”, finalizó Camacho Cuellar.

México DF, 19/12/2011

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