La corta carrera deportiva del taekwondoín puma, Carlos Uriel Tinajero Reyes, ha dado sus primeros frutos; a sus escasos 16 años de edad, ocho de ellos dedicados al legendario arte marcial coreano, forma parte del seleccionado nacional juvenil que competirá en octubre próximo en los Juegos Panamericanos Juveniles de la especialidad en las Vegas, Nevada, así como en el Mundial de El Cairo, Egipto.

“El llegar hasta aquí no ha sido nada fácil, principalmente por la situación económica de mi familia, sin embargo, el esfuerzo de todos se ve reflejado en mi trabajo, disciplina y constancia desde los siete años, cuando decidí practicar el taekwondo en la FES Aragón. Muchas veces nos hemos visto limitados y dejamos de hacer o comprar unas cosas por otras, sobre todo cuando mis padres tienen que desembolsar para los viajes antes de mi llamado”, dijo el joven Tinajero vía telefónica, horas antes de partir hacia Nuevo León, para ser concentrado en el INDE, con el equipo nacional que acudirá a Las Vegas.

Tinajero Reyes, quien compite en la división Light (-59 kg), es resultado del arduo trabajo del semillero de pumitas taekwondo de la FES Aragón, a cargo del profesor Martín López Isaías, quien conjuntamente con la plantilla de sus colegas ha dado satisfacciones no solo a la UNAM sino también al país

Debido a su constancia y resultados en las ediciones de Olimpiada Nacional del 2009 hasta la pasada, realizada en el Estado de México, donde se ubicó en el podio, el joven atleta fue convocado por la CONADE para formar parte de la selección juvenil. Asimismo, desde el primer momento, ya como seleccionado, viajó a Chun Chon, Corea, para realizar un campamento de preparación, el cual le sirvió para acoplarse y conocer a sus nuevos compañeros.

“Este llamado es un reconocimiento a mi esfuerzo, es una motivación personal que me obliga a ser el mejor en todo, sobre todo con mi familia, que siempre ha estado conmigo en los triunfos y fracasos”, señaló Uriel, quien aseguró que duda en seguir dentro de esta disciplina luego de tener malas actuaciones en las ediciones 2007 y 2008 de la Olimpiada.

Rumbo al éxito

Los sabios consejos de su madre, Ana Teresa Reyes Mójica, y su padre, Carlos Tinajero Aldana, fueron los que catapultaron a Uriel para alcanzar sus metas. En septiembre del 2010 fue llamado a formar parte de la selección juvenil y para febrero de este año acudió con el selectivo tricolor al Open USA de Taekwondo, en el Centro de Convenciones de Austin, Texas, donde ganó medalla de plata.

“Todo atleta de alto rendimiento tiene que abandonar muchas cosas, entre ellas a su familia, los amigos y todo aquello que hacen los chavos de mi edad. En casa siempre me han dicho que el tener una profesión es para toda la vida, ya que la vida de un deportista es muy corta, por eso estoy cursando el bachillerato abierto, a la par de la disciplina”, detalló el estudiante de 9.3 de aprovechamiento y quien tiene a su hermana mayor como ejemplo.

En la mente de Carlos Uriel se dibujan sueños como ser el número uno del país y verse en lo mas alto del podio olímpico, como lo hiciera en Beijing 2008 María del Rosario Espinoza, a quien admira por ser una persona de carácter, que ha sobresalido a base de trabajo y esfuerzo.

Por eso se prepara constantemente y prueba de ello es su bicampeonato en el Nacional de la especialidad (Querétaro 2010 y Puebla 2011), hazaña que logró en el mejor momento, ya que eso le dio la clasificación para acudir al mundial de la especialidad que se llevará a cabo en El Cairo, Egipto.

“La humildad con la que te sepas conducir, además de tener bien plantados los pies en la tierra, son las herramientas que te llevarán a la senda del triunfo, y eso me queda más que claro, ya que mi sueño es que se entone el himno nacional de México mientras me subo al podio en unos Juegos Olímpicos. Con disciplina y trabajo espero cumplirlo, primero en las Vegas, después en El Cairo y dentro de cuatro años en Río de Janeiro”, afirmó

Al joven atleta puma le espera un futuro más que prometedor. Por ahora se prepara para la competencia panamericana en el INDE de Monterrey, donde sin duda dejará una vez más en alto el nombre de la UNAM y de México.