Culminó el fin de semana el Programa Vacacional Pumitas 2011, que se llevó a cabo en el estadio Roberto “Tapatío” Méndez y los campos de futbol soccer de Pumitas, donde durante tres semanas más de un millar de niños llevaron a cabo actividades lúdicas, deportivas, ecológicas y de salud.

Un total de mil 343 pequeñines, en su mayoría hijos de padres familia de la comunidad universitaria, así como algunos externos, hicieron uso de las instalaciones deportivas, apoyando así la formación integral de los niños, con base en una idea social de educación, valores, deporte, cultura y recreación, pero sobre todo de identidad universitaria.

La mayor demanda se reflejó en el Curso de Verano con una población de 828 infantes, en tanto que la Clínica de Futbol reportó un total de 515 niños, todos ellos hombres y mujeres entre los cuatro y 15 años de edad.

La trigésima tercera edición del Curso de Verano Pumitas deleitó a los pequeños desde el primer día y hasta el cierre con juegos lúdicos, manualidades, actividades deportivas como taekwondo y natación, hasta las esperadas salidas del inmueble deportivo universitario para visitar los parques de diversión más concurridos de la Ciudad de México.

Clausura

En el último día de actividades de dicho curso el atractivo esencial fue el espectrómetro del terror, donde los niños eran vendados con un paliacate y pasaban a tocar toda clase de objetos y líquidos que los hacían gritar de miedo o tener un poco de asco cuando salían llenos de una mezcla rara, como le pasó Jesús Ernesto Reyes, un pequeñín de siete años

Por lo que respecta a la Clínica de futbol, los entrenadores mostraron a los padres de familia y a sus alumnos algunas técnicas y tácticas en el manejo del balón, algo de motricidad y lateralidad y algunos secretos para mejorar sus habilidades en el deporte, como golpeo, cabeceo, recepción, defensa y ataque, pero de una manera divertida.

Omar Cisneros Poncet, quien acaba de egresar de la carrera de Administración, forma parte del cuerpo de entrenadores de la Clínica desde hace cinco años. “Es un gusto estar en este tipo de actividades ya que desde que ingresé a la UNAM me interesé por el futbol, aún ahora que ya terminé mi carrera, en la Facultad de Contaduría, espero me sigan dando la oportunidad para enseñarles a los chicos algo de lo que sé del futbol y así seguir vinculado”.

Añadió que: “Los valores que traes de casa son muy importantes ya que es aquí donde los refuerzas, dentro del aula, con los amigos, y sobre todo con los niños y jóvenes; son ellos quienes te retroalimentan y te enseñan a ser un mejor hombre para con la sociedad, y eso también te lo da la Universidad”.