Mérida, Yucatán.- La UNAM cerró su participación en la lucha de la Olimpiada Nacional con una medalla de bronce, conseguida por conducto de Oralia Dolores Hernández, luego de vencer en combate de repechaje a Natalia Alonso, del Distrito Federal, en acciones celebradas en el Multigimnasio de la Unidad Deportiva Kukulkán.

La luchadora de 19 años salió con la determinación de conseguir el oro y así lo demostró en su primer combate contra Andrea Santiesteban, de Chihuahua, a quien le ganó con gran calidad. Sin embargo, esta misma seguridad, ya en la semifinal, se transformó en exceso de confianza.

María del Carmen Miranda, de Tabasco, fue su rival en la antesala de la final. Al subir a la colchoneta, el rostro de la atleta reflejaba confianza de vencer a la tabasqueña, pero desafortunadamente para la auriazul perdió el primero y segundo períodos y con ello su pase a la gran final.

“Me vi muy mal porque la verdad me confié mucho. Cuando entré a luchar a ella la sentí muy floja, con miedo, estaba temblando y además sentía cómo yo tenía el control, entonces pensé ya tenía ganada la pelea, pero las cosas no fueron así”, declaró Oralia Hernández.

Después de caer en la semifinal, los ánimos de la luchadora de la Preparatoria 5 decayeron. En el combate por el tercer lugar se notaba su molestia, pero esto no le afectó a la hora de luchar contra la capitalina y la venció en dos tiempos seguidos.

“Ya estaba muy desanimada en esa lucha, relativamente fue sencilla, me di cuenta que no tenía fuerza y ninguno de sus tacles me hubiera hecho nada. A pesar de todo creo que la medalla es buena. Es como una de esas preseas que me va a recordar que sin importar quién sea mi competidor, de dónde sea o cómo la vea, no hay que confiarse nunca, luchar todo el tiempo y en ningún momento flaquear”, reflexionó.

Con esta medalla, el representativo de lucha olímpica de la UNAM se regresa a casa con cinco metales, uno de plata y cuatro de bronce. Una cosecha muy baja en comparación con otros años.

“Realmente no es bueno el resultado, pero a lo largo del año hemos tenido algunos baches en el camino que nos han afectado. Nosotros veníamos por cuatro metales de oro; sin embargo, los jueces nos afectaron mucho”, explicó el entrenador Mario González.

Además agregó que “para el otro año ya no estarán muchos luchadores que terminan su ciclo de olimpiada, por lo que tenemos que trabajar con la gente nueva que participó en esta olimpiada y no nos queda de otra más que seguir con ellos para poder regresar a las medallas que conseguíamos en otros tiempos”.