Medalla de plata que sabe a azul y ¡oro!

El sentir de Sergio Hernández Herrera, entrenador de voleibol varonil, al conseguir el segundo lugar del voleibol varonil de la Universiada Nacional

Rodrigo de Buen
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

La selección varonil de voleibol de sala concretó un desempeño histórico durante su participación en la XV edición de la Universiada Nacional 2011, la cual se lleva a cabo en las instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), al calificar por primera vez a una final. Y aunque en dicha instancia fueron doblegados por la Universidad Autónoma de Nuevo León, la medalla de plata tuvo un sabor oro.

Sergio Hernández Herrera, el entrenador del conjunto, manifestó el orgullo y satisfacción que le produjo este éxito de sus pupilos: "Es la coronación a muchos años de esfuerzo y disciplina por parte de de los muchachos, vinieron de menos a más en este certamen y yo me encuentro sumamente satisfecho por este logro, más aún, cuando no éramos favoritos y nos daban pocas posibilidades de conseguir algo."

"A mi en lo particular, este segundo lugar me sabe a oro por todo el proceso vivido desde hace algunos años y por el esfuerzo y empeño que pusimos en cada juego", señaló emocionado y más tranquilo, luego de la tensión vivida en los días anteriores durante la competencia.

Este metal argento, representa la primera vez que un equipo de la UNAM se sube al pódium de este certamen en la rama varonil. El camino que siguió para llegar a la gran final del torneo no fue nada fácil: dentro de la ronda de grupos, los Pumas se midieron a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), con quienes cayeron 3 sets a 1. Posteriormente, se enfrentaron a los Indios de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), equipo al que vencieron 3-0. Y cerraron la primera ronda conquistando su pase al vencer también por tres sets a cero a los Linces de la Universidad del Valle de México, campus Querétaro.

En los cuartos de final, los Pumas libraron el que fue quizás, el escollo más grande que les pudo haber tocado, las Águilas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, equipo que a decir del propio Sergio Hernández, era marcado como amplio favorito para llegar hasta la final del certamen. “Sinaloa es un equipo poderoso, muy potente físicamente y con jugadores altos y veloces. Cuando supimos que nos enfrentaríamos a ellos, planteamos un partido trabajando la defensa del campo y ataque rápido. La buena aplicación de mis jugadores, aunado al trabajo de reajustes que se dieron durante el desarrollo del partido, nos permitió ganar el juego que, para muchos, fue considerado como el mejor y más disputado de esta justa”, señaló Hernández.

Y no es para menos su reflexión, pues el encuentro tuvo una duración de dos horas y media y finalmente la UNAM logró vencer a su rival tres sets a dos. Los parciales fueron 25/23, 23/25, 25/18, 16/25. El quinto y definitivo set fue para los Pumas por 15/13.

“Fue un auténtico juego de toma y daca ese partido, intenso, muy disputado y de un desgaste físico tremendo por parte de ambos equipos”, sostuvo el entrenador auriazul.

En semifinales, su rival fueron los Borregos Salvajes del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro, equipo al que vencieron sin muchos problemas en tres sets (25/17, 25/20 y 25/18). El boleto a la final estaba en sus manos.

La final los volvió a enfrentar a los Tigres de la UANL y aunque tenían clavada la espinita del primer juego, el cansancio de los muchachos, así como las lesiones de al menos tres jugadores, mermaron el desempeño de los auriazules en el duelo por el primer lugar. Los regios se impusieron en tres sets (25/16, 25/15 y 25/21).

“Francamente me siento orgulloso por los chicos que conforman este equipo. Esta medalla significa muchas horas de entrenamiento, buenos y malos ratos. En esta Universiada poco a poco se fueron asentando conforme iba avanzando el torneo. Fueron muy disciplinados en el despliegue táctico. Brindaron un esfuerzo loable, realmente en la final las piernas ya no les daban. Me siento doblemente orgulloso porque todos son buenos estudiantes, muy aplicados en sus respectivas carreras (cuatro de ellos están solicitando inscribirse para cursar maestrías) y sé muy bien del sacrificio que muchas veces implica esta doble actividad de estudiar y jugar. Demostraron tener un nivel de alto rendimiento.

Juntos conformamos una familia y nos sentimos también muy contentos por la medalla de bronce que consiguió en tenis nuestro capitán, Daniel Vargas, quien desde ahora ya se encuentra como preseleccionado nacional en este deporte, tanto para la Universiada Mundial de Shenzehen, China, a disputarse en agosto; así como para los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en octubre de este año”, concluyó satisfecho Sergio Hernández.

México DF, 04/05/2011

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