SURGE EL FUTBOL AMERICANO EN LA UNIVERSIDAD

El futbol americano ha tenido un papel muy importante en la causa de la máxima casa de estudios.

En 1927 se da el nacimiento del futbol americano al interior de la institución. En esa época algunos universitarios que habían tenido contacto con la disciplina en Estados Unidos, cuna de este deporte, lo introdujeron de manera informal en la universidad. Los colores azul y oro son aportación del equipo de futbol americano de la UNAM y provienen del origen académico de algunos de los fundadores del equipo, en 1927: la Universidad De Notre Dame.

Leopoldo Noriega, Jaime Roberts, Marcelo Andreani, Manuel Flaco Landa y Manuel Estañol, entre otros, integraron el primer equipo de la Universidad, apoyados por Arthur Constantine, periodista estadounidense que consiguió, con las compañías petroleras que trabajaban entonces en México, el presupuesto para la adquisición y manutención del costoso equipo requerido para este deporte, así como para los sueldos de los primeros entrenadores de la escuadra: Reginald Root y Convers Killculler.

Aun cuando los primeros años fueron muy duros para el representativo de la Universidad, los cimientos ya estaban puestos, grandes jugadores como Héctor Lolo Rivadeneyra, Agapito Navas, Roberto Méndez o Luis Núñez, no imaginaron lo que al paso de los años sería el equipo universitario y su gran tradición.

Los años de gloria

En 1936 nació el duelo de más tradición y rivalidad en el emparrillado mexicano: en su debut, el Instituto Politécnico Nacional venció 6-0 a los universitarios (entonces llamados Osos), Para los 40, el futbol americano estudiantil se consolidó como el espectáculo juvenil por excelencia.

En 1945, los universitarios ya conocidos como Pumas, buscaban su campeonato número 13 en fila, sin embargo, sus acérrimos rivales, los Burros Blancos del IPN les arrebataron el triunfo, ganándoles en un par de ocasiones por 27-7 y 13-12.

Al año siguiente, el campeonato regresó para la UNAM, que contaba con un equipo de gran calidad en el que destacaban Eduardo Pocho Herrera, Alberto Chivo Córdoba, así como Enrique Begún y Guillermo Castilleja en la defensiva, todos ellos bajo el mando del legendario Tapatío Méndez. Los Pumas también ganaron en 1947 y 1948.

Para la década de los 50, Universidad se proclamó campeón al superar 43-0 al Poli en un histórico encuentro realizado en noviembre de 1951, título que refrendó en 1952, venciendo a los guinda y blanco 20-19 en la inauguración de la catedral del futbol americano del país y casa de los Pumas: el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, con jugadores de la talla de José Cíntora, Alberto Saucedo, Gustavo Patiño, Delmiro Bernal, Alfonso García, Víctor Ramírez y Juan Romero.

La escuadra azul y oro conquistó también los campeonatos de 1954, 1956, 1957 con figuras como Manuel Neri, Mario Revuelta, Lorenzo Villar y Víctor Vélez. Además de los campeonatos de 1959 y 1961 con Felipe de la Garma, Hilario Canseco, Alejandro Morales, Manuel Vázquez, por citar sólo algunos.

Ya en los 60, el futbol americano estudiantil tuvo un mayor auge con las inclusiones de equipos como Chapingo, la Universidad de Nuevo León, el Tecnológico de Monterrey, y la división (en 1959) del Politécnico en dos equipos: Guinda y Blanco. Los Pumas ganaron el campeonato hasta 1966, cuando con el coach Manuel Neri, la UNAM conjuntó una de las mejores escuadras de su historia, con Igor Romero, Mauricio Calderón, Manuel Vázquez, Eduardo Lozada, Diego García Miravete y Joaquín Castillo. El equipo auriazul refrendó el título en 1967 con novatos como los hermanos Federico, Gustavo y Mario Hernández, Leonardo Lino, Eduardo Nava y Mario Villamar.

En 1968 se suspendió la temporada por el movimiento estudiantil y para 1969, ante la creación de la Liga Nacional, los Pumas fueron presionados para dividirse en tres escuadras, los felinos se negaron a participar en esa temporada y decidieron realizar encuentros ante equipos de Estados Unidos como Florida State, y las universidades de Nuevo México, a quienes vencieron 31-24 y de Trinity con quienes cayeron 49-6.

Fue así como terminó la primera etapa del futbol americano en la Universidad: 24 campeonatos y cuatro subcampeonatos.

La Universidad Nacional accedió, en 1970, a dividir su legendario equipo en tres escuadras, cuyos nombres fueron inspirados por el escudo de la institución, para así participar en la liga.

Así, nacieron los Cóndores, que adoptaron los colores negro y oro, con la base principal de los Pumas y con Leyes e Ingeniería como semilleros de intermedia, entrenados por Manuel Neri, Alfonso García, Federico Hernández y Miguel Silva; Águilas Reales, que usaron los colores azul, rojo y blanco, con Ciencias Químicas-Veterinaria y Preparatoria (luego Vietnamitas de Prepa 9), comandados por Hilario Canseco, Raymundo Labra y Antonio Maldonado; y los Guerreros Aztecas, de rojo y oro, con Comercio, Arquitectura y Medicina como semilleros en intermedia, sus primeros entrenadores fueron Manuel Vázquez, Alberto de León y Eduardo Lozada.

De 1970 a 1997, cinco dinastías de tradición

De 1970 a 1997 se dio una segunda etapa del futbol americano universitario, una época de muchos nombres brillantes y cinco dinastías de gran tradición: Cóndores, Águilas Reales, Guerreros Aztecas, Osos y Huracanes. Todos ellos lucharon con gran entrega hacia sus colores y que con distintas circunstancias y características libraron difíciles batallas para poner en alto el nombre de la Universidad en el emparrillado nacional.

En 1997, los equipos universitarios no tuvieron un desempeño positivo. Tras resultados poco satisfactorios se reestructura el americano, a partir de 1998, disolviéndose así los tres equipos del campus de Ciudad Universitaria para formar una sola escuadra: Pumas CU, al frente de la cual quedó el entrenador en jefe José Juan Sánchez. Los Osos se transformaron en Pumas Acatlán quienes participarían en la Conferencia Nacional, y se nombró al coach Mario Hernández Verduzco al frente de la escuadra de Naucalpan.

Para 1999, ya de la mano de Leopoldo Vázquez Mellado y un nuevo equipo, los del Pedregal volvieron con otra mentalidad y una mejor disposición: los Pumas CU llegaron a semifinales donde enfrentaron en un cerrado duelo a los Aztecas de la UDLA quienes vencieron a los universitarios por 21-16.

En Acatlán, las cosas fueron aún mejores: los dirigidos por Mao Hernández llegaron invictos a la final por el campeonato de la Nacional y el tan ansiado ascenso a Los 10 Grandes; dejaron en el camino a los Pieles Rojas del IPN, ITESM Campus Ciudad de México, Frailes del Tepeyac y Leones de la Universidad Anáhuac, para vencer a los Gamos del CUM, 34-22.

Para el 2000, con sus dos representantes en el máximo circuito, las dos escuadras (Acatlán y CU) hicieron un modesto papel y terminaron empatados en el cuarto lugar general.

El 2001 significó la salida del coach Hernández en Pumas Acatlán. Luis Becerril Abascal lo sucedió pero los acatlecos descendieron nuevamente a la Conferencia Nacional.

En los años siguientes Pumas CU, no logró los resultados con entrenadores como Julio González y Gerardo Orellana.

Pumas Acatlán logró el cetro en el 2003 venciendo a la escuadra de los Centinelas del Cuerpo de Guardias Presidenciales para estar entre Los 10 Grandes.

La disparidad en cuanto a las formas de reclutamiento por parte de las instituciones privadas, la semiprofesionalización de esos equipos y la pérdida de generaciones importantes parecía dar al traste con el equipo felino del Pedregal.

Sin embargo, la llegada del coach Arturo Alonso a los Pumas CU en el 2006 brindó al equipo una nueva filosofía de triunfo. En 2007 los universitarios nuevamente estuvieron en playoffs pero sucumbieron en el duelo de comodines frente a sus acérrimos rivales deportivos, Águilas Blancas del IPN.

Luego de varios años difíciles, Pumas Acatlán desciende a la Nacional y en 2007 disputa la final en esa conferencia ante Burros Blancos del IPN, ante quienes caen en un duelo de poder a poder.

Para 2008 se creó la Conferencia del Centro con la finalidad de buscar una mayor paridad entre los conjuntos. Pumas CU y Acatlán, por la UNAM; Águilas Blancas y Burros Blancos por el IPN; Centinelas, Frailes del Tepeyac y Linces de la Universidad del Valle de México generan este nuevo proyecto con auspicio de la ONEFA.

Pumas CU, con Raúl Rivera como entrenador se proclama campeón invicto tras superar en la final a las Águilas Blancas del IPN 17-0.