Julio Raygosa Olivares, estudiante de la Faculta de Contaduría y Administración, ha aportado medallas de oro, plata y bronce a la UNAM. Sus primeras medallas de oro fueron en modalidad de equipos y dobles dentro del Nacional de Tercera Fuerza de Tenis de Mesa, continuando con una plata en equipo de Segunda Fuerza y dos bronces en Universiada Nacional, tanto en 2018 como en 2019, en modalidad equipo.

Todo comenzó como un pasatiempo al utilizar la mayor parte de su tiempo en las pinponeras de la prepa seis, hasta que se acercó al equipo representativo de la UNAM, donde encontró su potencial y lo llevó a debutar en la Universiada Nacional celebrada en Guadalajara

Sin embargo, el deporte que había resultado solo un pasatiempo, fue en el que encontró una familia que le brindó el apoyo que necesitaba en momentos difíciles: “En el terremoto del 2017 mi casa se cayó y no pude recuperar nada, por ello decidí ya no ir a entrenar, porque tenía que solucionar con mi familia el hecho de habernos quedado sin nada”, comentó el estudiante de octavo semestre de la carrera de Contaduría.

A pesar de las circunstancias, sus vecinos, familia y equipo lo impulsaron a no dejar el deporte: “Fue una sorpresa que mis compañeros de equipo y entrenadores me hayan juntado comida, ropa y otras cosas para hacer la carga más ligera; eso hizo que no quisiera dejar el deporte. Además, lo que aprendo en el Tenis de Mesa trato de aplicarlo en todo en mi vida, pero sobre todo la resiliencia”, compartió Raygosa.

Además de ello encontró en sus maestros aliados quienes lo motivaron a continuar con el deporte y aprendió que si les explica la importancia que significa cada torneo para él y para la Universidad es menos complicado continuar con su apoyo, además de siempre pagar a esa confianza con resultados académicos y deportivos, que lo han hecho acreedor a la beca deportiva:  “Ver mi escudo y escuchar el Goya es hermoso, lo mejor que me ha pasado, sabes que cuando vas a competir no lo haces solo, lo haces por la UNAM”, señaló el auriazul.