Binomio universitario, sin límites en el Deporte Adaptado de la UNAM

Luis Gerardo Martínez, alumno de la Prepa 8, y Roxana Pérez, de la Facultad de Derecho, encontraron en el atletismo un camino de superación.

Nota: Armando Islas
Fotos: Jacob Villavicencio

 

La práctica del deporte crea lazos con personas afines que difícilmente se rompen, pues es uno de los valores intrínsecos al mismo. En el caso del deporte adaptado, estos vínculos pueden ir más allá, pues además de compartir los mismos gustos, la afinidad entre dos personas se vuelve necesaria.

Luis Gerardo Martínez Hernández, alumno de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 8 “Miguel E. Schulz”, es débil visual, pero eso nunca ha sido impedimento para practicar deporte. “Viendo las Olimpiadas me gustaban ver las competencias de velocidad y yo quería hacer lo mismo”, dijo.

Fue cuando entró hace dos años a realizar sus estudios de bachillerato en la UNAM, que la oportunidad para hacerlo se le presentó al conocer a Roxana Pérez, alumna de la Facultad de Derecho, cuya especialidad es el medio fondo.

“La primera vez que vi una competencia de débiles visuales me pareció muy interesante y lo comenté con mi entrenador y surgió la posibilidad de llevarlo a cabo cuando llegó Luis Gerardo a la Prepa 8 y no dudé en aceptar el reto”, señaló la joven atleta, quien también fue parte del equipo representativo de la UNAM que compitió en la edición 2018 de la Universiada Nacional.

De inmediato comenzaron a entrenar y aunque no fue tan sencillo, los resultados poco a poco se vieron reflejados. Si bien la estudiante de la carrera de Derecho es quien lleva la batuta por su experiencia en las pistas universitarias, pues se ha convertido en “los ojos” del joven preparatoriano en todo momento, Roxana se ha tenido que adaptar a las necesidades de Luis.

“El atletismo es un deporte que ambos practicamos, pero hay detalles que se deben trabajar mucho, como la comunicación verbal, el contacto y la sincronía. Además, yo soy corredora de medio fondo y a él le gusta la velocidad”, dijo Roxana.

Pero esas pequeñas diferencias los han hecho más cercanos, pues al momento de competir se vuelven uno mismo.

“La coordinación ha sido fundamental, pues nos llevamos bastante bien. La actitud en los entrenamientos es muy buena, nuestra comunicación ha crecido”, señaló el atleta de 18 años.

En los 100, 200 ó 1,500 metros, pruebas en las que compiten, el binomio universitario que han conformado les ha dado más satisfacciones que sinsabores, pues lograron representar a la UNAM con gran orgullo por primera ocasión en la Paralimpiada Nacional, gran experiencia para ambos el mes pasado en Colima, sede del evento en el que compitieron los mejores exponentes del deporte adaptado de nuestro país.

“Para mí fue un triunfo personal clasificar a esa justa por el poco tiempo que llevamos entrenando y porque fue mi primera vez. Ahora sólo queda seguir creciendo”, admitió Martínez Hernández.

“Me siento llena y agradecida con la oportunidad que me da Luis de ser sus ojos, esto me ha ayudado a mis entrenamientos y la verdad me gustaría continuar siendo guía, es una experiencia muy enriquecedora”, finalizó Roxana Pérez.

México DF, 13/09/2018

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