Emotivo concierto por los 90 años de futbol americano en la UNAM

Cerca de mil personas, entre jugadores y coaches de este deporte emblemático de la Universidad, asistieron a la Sala Nezahualcóyotl

Nota: Dante García (servicio social)
Fotos: Jacob Villavicencio

 

El título fue consumado y tras el festejo sobre el campo de juego, los 90 años de futbol americano en la UNAM encontraron su lugar en otro recinto histórico: la Sala Nezahualcóyotl. Con toda la mística que el deporte permite, la música sonó en memoria de los pilares que construyeron el legado azul y oro.

Los Pumas se impusieron en la Final de Liga Mayor de la ONEFA, pero también derrotaron al olvido con un recital tan íntimo como emotivo. El concierto a cargo del Maestro Sergio Castro Acosta hermanó a todas las generaciones de este deporte emblemático de la Universidad, desde aquellas que forjaron una base de leyenda hasta los nuevos héroes del equipo auriazul.

Por casi hora y media, la orquesta sinfónica Consorcio Musical Mozart recordó de igual forma lo mejor de Tchaikovsky y revivió los éxitos de Queen, entre ellos We are the champions, oda universal para los justos vencedores.

Jugadores y ex jugadores se fusionaron junto a coaches y ex coaches en el prestigiado recinto, revivieron los mejores años en la Ciudad Universitaria, sede de pasiones y recuerdos incontables, pero a la vez, tan entrañables como las lágrimas que rodaron en los momentos cumbre de la obra: el Mambo de la Universidad, el Chachachá universitario, el Rock Universitario, Armados de Gran Valor, hicieron lo suyo.

Gonzalo Dávila, “El Doppy”, legendario animador del equipo de la Universidad en la década de los 60’s, hizo su aparición en el estrado y dirigió al público presente la “Línea” y el “Goya”, porras tradicionales del futbol americano en la UNAM, ante la entrega y reconocimiento del público asistente.

También hubo espacio para el Pin pirin pinpín, que fue cantado por los mismos jugadores del recién coronado equipo Pumas CU. Fuerza y destreza se unieron a la música en un cántico que también es grito de la guerra deportiva, musicalizada como nunca antes, pero en honor a toda la tradición.

El final fue tan solemne como permiten los blasones, teñidos de auriazul por todo el éxito de un equipo que cumple los 90 años. El Himno Deportivo Universitario retumbó con más de mil personas como coro, el mismo que semana a semana, año con año y década tras década reconoce el pendón victorioso de la Universidad.

México DF, 30/11/2017

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