Laura Jiménez Pato y Julieta Leyva son dos basquetbolistas jóvenes que llevan muy en alto los colores auriazules con tres Universiadas a cuestas " />

Pasión conjunta por el deporte ráfaga

Emiliano Alvarado
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

Juegan juntas desde el 2004, tienen a cuestas tres Universiadas Nacionales, y su compañerismo, entusiasmo y entrega en cada minuto de juego, son las características de las integrantes del representativo puma de basquetbol, Laura Patricia Jiménez Castillo, Pato, y Julieta Itzel Leyva García.

Las estudiantes de séptimo semestre de las carreras de Derecho —Laura— y Administración —Julieta— platicaron sobre sus inicios y experiencias en el deporte ráfaga, cómo viven los viajes a los distintos estados de la República donde compiten, el carácter de su entrenador y su futuro como basquetbolistas y estudiantes.

Sus inicios en esta disciplina fueron muy similares, vienen de familias que practican el basquetbol y se acercaron casi por casualidad cuando ingresaron a la secundaria. A partir de ese momento sus vidas giran alrededor de este deporte y la UNAM fue y ha sido la punta de lanza para jugar a niveles competitivos.

“Me acerqué al basquetbol universitario cuando ingresé a la Preparatoria uno, desde ese momento supe que el basquetbol era mi pasión y la UNAM me ha ayudado mucho a crecer en este deporte”, comentó Pato quien juega de poste. “Me pasó algo similar: entré a la Preparatoria dos y comencé a jugar. A partir de ese momento los colores auriazules han sido mi vida y los porto con orgullo”, rememoró Julieta, quien juega como ala en la escuadra felina.

El inicio de las competencias de alto nivel para las futuras licenciadas no fue del todo prometedor, sin embargo el empuje y el orgullo de saber que podían hacer más hizo que salieran adelante. Actualmente ya son tres Universiadas que han disputado y se ven jugando muchas más.

Antes de jugar una Universiada, su primer escalón fue dentro de la Olimpiada Nacional. “En nuestro primer regional representando a la UNAM, perdimos por más de sesenta puntos ante Puebla, éramos muy novatas, el equipo no se conocía y nuestro entrenador tampoco. Pero para el siguiente año tomamos revancha: calificamos en primer lugar a la Olimpiada Nacional dos mil cinco celebrada en Chiapas y ahí quedamos en quinto lugar”, recordaron las jóvenes felinas.

A partir de ese momento su único objetivo era la Universiada, se sabían con el potencial de lograrlo y en el 2006 jugaron su primer certamen Universitario. Han ido de menos a más, en Mérida aprendieron de las veteranas la responsabilidad que implica un evento como éste. Así, en el 2007 en Monterrey, Nuevo León voltearon a ver a la UNAM cuando vencieron al favorito del torneo.

“El año pasado nos tocó jugar con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, todas eran chavas becadas, por arriba del uno setenta. Íbamos perdiendo por veinte puntos en la primera mitad, pero el empuje y la motivación al escuchar los goyas y el himno universitario hizo que diéramos la vuela al encuentro y lo ganáramos”, platicaron emocionadas

Esta edición, disputada en Guadalajara, parecía que el campeonato estaba cerca, sin embargo la instancia de cuartos de final fue la revancha para las de Juárez y quedaron eliminadas.

Para ellas no todo es esfuerzo y sudor en los partidos, también saben cómo divertirse en los viajes tan largos hacia este tipo de eventos y así minimizar la presión. “Todas nos llevamos de maravilla, en los camiones cantamos todo tipo de música, la pasamos muy bien y dejamos de lado el aburrimiento de los largos trayectos”, mencionaron entre risas.

Alguien con quien se sienten muy agradecidas es con su entrenador Gerardo Guzmán Choco, quien, dicen, tiene un carácter muy fuerte a la hora de dirigir: “El choco es estricto, todo quiere que salga perfecto, pero eso le ha funcionado, lo consideramos el mejor de México”, externaron las fanáticas de las lecturas de Mafalda y novelas históricas.

Laura Patricia y Julieta Leyva, con promedio de 8.7 y 8.0, quienes se quieren especializar en Derecho Fiscal y Mercadotecnia respectivamente, piensan seguir representando a la UNAM toda su vida, ya sea en lo académico o en lo deportivo. Porque para ellas los colores azul y oro son un orgullo en sus vidas y ambas tratarán de que brillen en una Selección Nacional.

 

México DF, 04/08/2008
 
[Inicio]  [Ir al índice de noticias]

 

Más noticias